Cuando sonó el pitazo final tras el 0-2 contra Suecia, que eliminó a la Selección del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, Estefanía Banini se quebró en lágrimas. Ya había llorado mientras sonaba el Himno nacional en el estadio.
A fuerza de talento y gambetas, la mediocampista se hizo un lugar en la historia “albiceleste”. Ayer le dijo adiós a un equipo del que fue emblema. “Fue un partido difícil contra una gran potencia. Queríamos ganar y pasar, pero estamos mostrando el camino. Ahora queda una generación por delante que va defender la camiseta”, dijo Banini, dejando en claro su partida de la Selección. “Me gustaría que el camino de las chicas en nuestro país sea más limpio; que tengan grandes profesionales que las puedan acompañar. Me gustaría algo más amplio, que crezcamos como sociedad, que nos aceptemos, que dejemos la discriminación de lado”, sentenció.
Argentina no pudo quebrar la marca negativa y sigue sin ganar un partido mundialista. Perdió el duelo que -al menos- debía haber empatado (el debut contra Italia), no pudo quebrar a Sudáfrica (con el que sólo consiguió igualar) y pese a que mejoró su nivel contra Suecia (en el top 3 del ranking de la FIFA) la derrota sentenció el regreso a casa.
“El legado que deja esta camada es increíble. Han hecho un montón de sacrificios, se clasificaron dos veces a un Mundial, protagonizaron la Copa América. Espero que las jugadoras que vengan tengan actitud de lucha, quieran crecer constantemente y seguir ese camino. Dios quiera que podamos tener revancha para mejorar lo de este Mundial”, dijo el DT Germán Portanova tras la eliminación.
Florencia Bonsegundo sufrió una dura lesión ayer: se dobló la rodilla izquierda y fue retirada de la cancha en camilla. Si bien resta conocer el parte oficial, la lesión no pinta bien para la volante que venía con asistencia perfecta en Mundiales.